martes, 29 de marzo de 2016

Para Mael Muñiz Vega y Jimena Muñiz Fernández

En los bosques se escondía,
en los bosques guarecido,
siempre en la rama escondido,
en la enramada sombría.
En los bosques repetía
su canción de tarde ya,
el cuclillo que se esconde,
el cuclillo que se va.

Lo escuchaba el campesino

al llegar la primavera,
lo escuchaba la lechera
en el borde del camino.
Se escondía tras el pino
que junto al arroyo está,
el cuclillo que se esconde,
el cuclillo que se va.

La princesa en el castillo

escuchaba sus canciones,
lo escuchaban los halcones
bajo un sol de puro brillo.
Y era su canto sencillo,
sin saber dónde estará
el cuclillo que se esconde,
el cuclillo que se va.

2011
© José Ramón Muñiz 
Álvarez

domingo, 27 de marzo de 2016

La lluvia purifica los caminos




La lluvia purifica los caminos: existen, entre densas arboledas, senderos que se pierden y se buscan, hallando las aldeas más hermosas; no lejos del lugar donde está el muro del viejo castro astur, hay otros montes de dólmenes callados bajo el cielo. La bruja vive cerca de la zona, las gentes la visitan y la escuchan, pues saben que ella es sabia como nadie.
Son estos los lugares del raposo: el grito del autillo cada noche, sus voces tenebrosas, agoreras y el verso de la abuela junto al fuego; quizás aquellos cuentos en que el lobo servía a los ancianos para hacernos temer en la niñez, tal vez lejana, y el beso de la niebla con la aurora, si son más misteriosos estos bosques, pudieran darnos cuenta de lo dicho.

2005 © José Ramón Muñiz Álvarez