viernes, 21 de octubre de 2016

Soneto para Herr Peter Schmidt

FELICITACIÓN RIMADA POR LA FECHA DEL 20/10/2016

(Soneto al señor Peter Schmidt, pincel del altura, magnífico retratista de la Viena de su siglo y del pasado, violinista admirable y, lo más importante de todo, exquisita persona y amigo sincero)

Dedicatoria (y disculpa por el pequeño retraso):

           Es justo pedir a un buen amigo que sepa perdonar un retraso que podría parecer, pese a todo, algo injustificable; pero el trabajo no siempre deja mucho tiempo para hacer todo lo que uno quiere, y el caso es que tuvo que ser ayer, ya tarde, a las 20:00, hora austríaca (y española), que me percaté, en el facebook, del cumpleaños de una persona con quien he compartido hermosos momentos en la capital del Imperio y en las afueras de la misma, no muy lejos del Wienerwaldl: el señor Peter Schmidt. Aquí va un pequeño presente, como, según creo, es obligado, si es cierto lo que creyeron los pueblos antiguos, acerca del carácter sagrado de la amistad y la hospitalidad que se debe entre las gentes de bien:

Soneto de cumpleaños

           El hielo que el otoño silencioso
dejó sobre el cabello de un amigo
octubre tiene ya como testigo
del sueño de los años perezoso.
           De todos modos vive bullicioso
el fuego juvenil que en ese abrigo
sugiere que el espíritu consigo
lo guarda donde el brillo jubiloso.
           Y el beso de las brisas otoñales
discurre como sueño del pasado
que luce como el sol lejano y triste:
           el tiempo que se fuga ha perdonado
los años que, mostrándose joviales,
se rinden porque Peter los resiste.

2016 © José Ramón Muñiz Álvarez

 
           Y, porque es justo hacerlo también (no creo yo que, a estas alturas, haya nadie que diga lo contrario), permitidme acabar estas palabras, dejadme acabar como se debe: ¡Viva Viena! ¡Viva Austria! ¡Vivan los territorios del viejo poderío!


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