“El aire al ver la luz e la mirada”
(para Erich Schagerl)
Las cuerdas rozó el arco con bravura
después de aquellas tardes otoñales,
y un sol herido hallaron los cristales
que del violín oyeron la dulzura.
La música no es música, es locura,
si suenan con sus ecos magistrales,
llevadas por extraños vendavales,
las notas de un violín que se
apresura.
Y es bello escuchar música de Viena
si un músico que adora el arte mismo
tejer los sueños sabe con talento.
De Schagerl el violín alegre suena,
rompiendo las barreras del abismo
que se abre sobre el alto firmamento.
2013 © José Ramón Muñiz Álvarez
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