“Soneto para las tardes de octubre”
(para el cumpleaños de Peter Schmit)
El viento dominó, con raro hechizo,
la tarde gris, vencida y despojada,
que supo patinar sobre la nada
en la tristeza rara de su rizo.
Llegó tras los cristales el granizo,
anuncio del capricho de la helada,
y, ardió, con el color de la nevada,
su brillo y, con apuro, se deshizo.
Y todo se escondió de la tristeza
que llena los paisajes otoñales
que saben de la nieve del enero.
El viento que sacude con
dureza
podrá mirar, detrás de los cristales,
a Peter, no muy lejos del brasero.
2013 © José Ramón Muñiz Álvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario