“ASTURIAS
Y SUS MUCHAS HERMOSURAS”
(Poema
prosístico para Jimena
Muñiz
Fernández y para
Mael
Muñiz
Vega)
Asturias
es hermosa como nada: los verdes del paisaje son intensos, callados
como el cielo, como el aire que trajo cada lluvia a nuestra tierra.
Los bosques, malheridos del otoño, se rinden a su sino, pues las
hojas se dejan arrastrar por cada brisa. Las nieves se contemplan en
las sierras, se sienten de mañana los granizos y el golpe de las
olas en las costas.
Su
luz y su belleza tienen vida. Y es bello contemplar como el helecho
se seca, entre rojizos y amarillos, sabiendo que noviembre está a la
puerta. Los viejos castañares silenciosos reflejan, a la tarde, el
sol vencido que avanza tras las horas de chubasco. El eco de los
vientos es violento, si corre con placer por los cantiles que miran
al Cantábrico en los cabos.
Está
llena de magia y de misterios. Sabed que las abuelas siempre dicen
que hay duendes en las frondas y en los bosques. Son muchas las
creencias ancestrales que excitan a las gentes de los campos, los
montes, las colinas y los valles. Y nunca ha de extrañaros que en la
aldea se venga a estremecer el más valiente, si escucha la llamada
de los lobos.
Pensad
que todo es bello en vuestra tierra: los picos y las cumbres
orgullosas nos hablan con su fuerza y su rudeza, con esa juventud de
mil milenios. También son recortados los lugares que miran ese mar,
esos bastiones que extienden sus castillos por las costas. En ellos,
las gaviotas son bandera de un reino natural inexpugnable, tesoro de
las gentes que lo habitan.
2014
© José Ramón Muñiz Álvarez
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