“ME
HECHIZA LA MAÑANA MELANCÓLICA”
(Poema
prosístico para Mael Muñiz
Vega
y Jimena Muñiz
Fernández)
Me
hechiza la mañana melancólica: el alma de un romántico que sueña
contempla los paisajes y las lluvias que corren estos cielos del
otoño. Asturias brilla más y es más versátil oyendo esos gemidos
silenciosos que corren, lamentándose, en el aire. Y es bello
contemplar las lontananzas y ver el alba clara que se asoma, dichosa,
al encender el horizonte.
Me
hechiza la mañana melancólica: el viento corre más con más apuro,
por playas que conozco desde joven, buscando unos amores no
encontrados. La espuma de las olas me saluda del modo en que los
viejos conocidos saludan sin esmero cuando pasan. La brisa sabe a
mar, sabe al salitre que lleva el aire puro, cuando avanza, buscando
nuevas costas a lo lejos.
Me
hechiza la mañana melancólica: el eco del granizo repentino nos
habla con pasión de los inviernos que llegan con su grito sobre el
suelo. Podrá romper la escarcha que, a la noche, dejó con su maldad
la helada fría, cubriendo con su escarcha cada prado. Pero ha de
deshacerse sin remedio su luz pura y hermosa como el cielo de
aquellas primaveras despejadas.
Me
hechiza la mañana melancólica: volver a renacer al ser más viejo
quizás es un engaño, pero es grato sentirse, como siempre, siempre
un niño. Los niños desconocen los azotes que tiene la conciencia
atormentada, soñando en la inocencia que los sume (y gentes hay que
escapan del consuelo que brinda esa ignorancia de los niños que no
habré de querer, pues es cobarde).
2014
© José Ramón Muñiz Álvarez
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