“Arqueros del alba”
Para María de los Dolores Menéndez
López
Soneto XXII
Recuerdo tu mirar, que,
perezoso,
A veces quejumbroso de la vida,
Los párpados cerraba, si, dormida,
Buscabas un descanso más gozoso.
Sentada en la butaca, con
reposo,
Solías ver las horas, su partida,
Corriendo a la aventura, y,
aburrida,
Salvabas un bostezo generoso.
El sueño era en tus carnes un
consuelo
Que siempre tus plegarias suplicaron
Aquellas tardes grises y otoñales.
Soñabas, y tus sueños eran
cielo,
Descanso a los dolores que segaron
Sonrisas, otras veces, con sus
males.
2005 © José Ramón Muñiz Álvarez
“Las campanas de la muerte”
Primera parte: "Los arqueros del
alba"
Todos los derechos reservados por el
autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario