miércoles, 3 de abril de 2013

Peña Furada de Candás


Arqueros del alba
 
Para María de los Dolores Menéndez López
 
Soneto XIX
 
           Existe un sueño intenso y tan profundo
Que sueña en él aquel que, adormecido,
Sumerge su conciencia y, abatido,
Exhala su suspiro más rotundo.
          El cielo alcanzó el oro en un segundo,
Un reino de colores que, encendido,
De músicas se llena y de sonido,
El ánimo mudando en vagabundo.
          Allí reposas hoy, triste el aliento,
La vida y la esperanza en lo lejano,
También la luz, el oro ceniciento.
          Dejando sólo un eco del verano,
Cayó del árbol, al correr del viento,
El fruto generoso del manzano.
 
2005 © José Ramón Muñiz Álvarez
“Las campanas de la muerte”
Primera parte: "Los arqueros del alba"
Todos los derechos reservados por el autor.

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