miércoles, 3 de abril de 2013

Peña Furada de Candás


Arqueros del alba
 
Para María de los Dolores Menéndez López
 
Soneto XXI
 
            Rindió el bastión sus torres y su muro,
Sus piedras y su fuerza, y, generoso,
El cielo se hizo claro y espacioso,
Soltando sus corceles sin apuro.
            La sombra desmintió su velo oscuro
Dejando que bullera, luminoso,
Un sol febril, acaso temeroso
Del hielo de la noche, el aire puro.
           El mar halló el pincel que, con el día,
Manchaba con sus fuegos el paisaje,
Llenándolos de luz y de belleza.
           Cansada de esperar, tu voz dormía,
El alma presta, lista para el viaje,
Helado el pecho, viva la tristeza

2005 © José Ramón Muñiz Álvarez
“Las campanas de la muerte”
Primera parte: "Los arqueros del alba"
Todos los derechos reservados por el autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario