viernes, 4 de diciembre de 2015

Für professor Erich Schagerl


Soneto a Viena

El cielo es siempre puro en el verano
en esta Viena hermosa que visito,
y el hielo se adivina de granito
en un invierno gris pero lejano.
La escarcha tomará ese suelo llano,
el viento que se lanza con su grito,
la lluvia repentina en un escrito
que versa de este tiempo más lozano.
No habrán de derrotarla las nevadas,
pues es ciudad que vive del hechizo,
del arte de la música más pura…
Y vientos que sugieren las heladas
y tiempos para el llanto y el granizo
no habrán de arrebatar esa hermosura.

2015 © José Ramón Muñiz Álvarez



Soneto a Viena

Sospecha de un septiembre, pero esquiva,
la brisa alcanza el suelo, los cristales,
la imagen de barrocos ventanales
que la hacen decadente, pero altiva.
La Viena de otros siglos sigue viva
entre esas hojarascas imperiales
que saben de calores estivales,
si van, como un otoño, a la deriva.
El sol se pierde y todo es oro viejo
que busca el sueño, el eco y el reposo
en una noche bella y estrellada.
Y siguen reflejando con su espejo
las aguas del estanque silencioso
la iglesia de San Carlos, su fachada.

2015 © José Ramón Muñiz Álvarez


No hay comentarios:

Publicar un comentario