PODÉIS PREGUNTAR AL VIENTO
(Letrilla)
Podéis preguntar
al viento
que la luz de la mañana
dibujaba soberana
en un cielo ceniciento.
Y os dirá, en el firmamento,
que, en buscando miel el
oso,
no hay animal en el
bosque
que no sea más goloso.
Podéis ir a la
corriente
del arroyo cristalino
que ve el brillo coralino
que muestra el alba luciente.
Y dirá el aire, vehemente,
que, en buscando miel el
oso,
no hay animal en el
bosque
que no sea más goloso.
Podéis preguntar
al día
que se enciende, tan ufano,
dibujando, en lo lejano,
raros mares de alegría.
Y os dirá con osadía
que, en buscando miel el
oso,
no hay animal en el
bosque
que no sea más goloso.
Y, si decís a la
tarde
que ha de brindaros su ayuda,
al preguntarle la duda
de su saber hará alarde.
Y os contará un sol cobarde
que, en buscando miel el
oso,
no hay animal en el
bosque
que no sea más goloso.
Lo mismo dirá la
noche,
si es que no estáis convencidos,
cuando, en brillos encendidos,
sus claros astros derroche.
La luna os dará el reproche,
que, en buscando miel el
oso,
no hay animal en el
bosque
que no sea más goloso.
Y hasta la nieve
y la helada
que, cuajando su destello,
hacen acaso más bello
el paisaje a la alborada.
Tal verdad será anunciada,
que, en buscando miel el
oso,
no hay animal en el
bosque
que no sea más goloso.
“Canciones para Mael y Jimena”
Todos los derechos reservados por el autor.
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