Dejó el granizo el hielo del invierno.
Dejó el granizo el hielo del invierno
como
un castigo triste y doloroso,
llegados
esos meses de nevada.
Llegados esos meses de nevada,
el
viento se adueñó de cada valle,
dejando
desoladas las colinas.
Dejando desoladas las colinas,
acaso
dominó las altas cumbres
la
nieve de la noche del enero;
la nieve de la noche del enero
que
supo del aliento despiadado,
al
sospechar las luces de mañana.
Y, al encender las luces de mañana
su
llama repentina en las alturas,
dejó
el granizo el hielo del invierno…
Dejó el granizo el hielo del invierno
como
un castigo triste y doloroso,
llegados
esos meses de nevada.
2013 © José Ramón Muñiz Álvarez
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