La luz despertó en el cielo

 “La luz despertó en el cielo”

Romance

        La luz despertó en el cielo
como quien, lleno de gracia,
las hermosuras del mundo
desde la altura reclama.

        La luz despertó en el cielo
como quien, lleno de vida,
las hermosuras del mundo
desde la altura vigila.

        Que en las aguas su reflejo
hallar pudo la muchacha,
que a la fuente con el cántaro
acostumbra de mañana.

        Que su reflejo en la fuente
hallar pudo aquella niña,
si a la fuente por el agua
es la costumbre en la villa.

        Y, al contemplar el reflejo
que cuajó en la fuente clara,
nada supo la inocente
de los labios que la aguardan.

        Y, al contemplar el reflejo
que cuajó en el agua fría,
nada supo la inocente
de los ojos que la miran.

        Que así cantó los amores
en que el pecho vil abrasa,
si no sus tiernos deseos,
sus profundas esperanzas.

        Que así cantó los amores
en los que siente vencida,
si no la esperanza vaga,
la llama en ella encendida.

        “Ay, reflejos de la fuente,
cuando mi pecho se abrasa,
porque es el pecho la fuente
de las pasiones del alma.

         Ay, reflejos de la fuente,
cuando se abrasa la vida,
porque es el pecho la fuente
de pasiones encendidas.

        Si me decís del regreso
de quien, siendo mi esperanza,
partió lejos, a otros reinos,
a las tierras más lejanas.

        Si de quien, siendo esperanza,
me decís cualquier noticia,
y si de esos reinos torna
tras una larga partida”.


2013 © José Ramón Muñiz Álvarez
"Poemas para Mael y Jimena"