No quiso decir al mundo

“No quiso decir al mundo” 

Romance

No quiso decir al mundo,
entre las brumas doradas,
las verdades de la noche
el color de la mañana.
Y, porque con un bostezo
la vieron nacer cansada,
sus fatigas respetando,
no preguntaron las aguas.

Acaso un rumor de fuentes,
viendo que llegaba el alba,
dudaron si era momento,
para quedar todo en nada.
Y, si al ver en su hermosura
el jolgorio de la llama,
a preguntar se atrevieron,
no duraron las escarchas.

Mas nació la luz risueña
como la bella alazana
o el garañón que valiente
filtra su luz entre ramas.
Y, al verla llena de vida,
pues es la aurora la gracia,
supo la brisa el secreto
cuando el espacio agitaba.

Y el claro llenó del bosque
y la orilla de las playas,
y el camino de los puertos
y altas cumbres de montaña.
Y todos pronto supieron
los rumores que enhebraban
con flores las costureras
que la vega tejen llana.

Y el rubor en las mejillas
de la más dulce muchacha,
bellos pinceles rosados
mudó en rosas encarnadas.
Y ella, llena de vergüenza,
que no era desvergonzada,
sabiendo que se sabía,
lloró lágrimas amargas.

Que, en un rapto de locura,
asomada a la ventana,
sueña una niña tan joven
las cosas que el aire calla.
Y, con mirar como gime,
no tardaron en culparla,
los ojos acusadores
de las dos crueles hermanas.

2013 © José Ramón Muñiz Álvarez
"Poemas para Mael y Jimena"