miércoles, 21 de agosto de 2013

Mentir supo la mañana

“Mentir supo la mañana”

Romance

Mentir supo la mañana,
con sus colores bermejos,
un alba llena de hechizo,
mezclando vigilia y sueño.

Y así lo supo, dichoso,
el valiente caballero,
despertando, entre suspiros,
en el silencio del lecho.

Porque las aves vio bellas
en la altura de los cielos,
con las brisas enredando
y jugando con los vientos.

Pero, al cabo, porque siempre
tristes son los pensamientos,
tornó la tristeza amarga
a oprimir su débil pecho.

Y es que la amada mostraba
su desdén con tal empeño
que ya ni el abril temprano
le dejaba algún consuelo.

Que viene abril con bullicio,
y, entre lo alegre y ligero,
da pie al amor encendido,
si es que viene el tiempo bueno.

Su tristeza supo el aire,
su aflicción le dijo al viento,
y la brisa, que es sensata,
se lo contó a los vencejos.

Y estos con su algarabía,
corriendo los altos cielos,
lo pregonaron al bosque
en los hayedos más densos.

Las golondrinas lo hablaron,
al ruiseñor lo dijeron,
y al ruiseñor, como siempre,
escucharon los jilgueros.

Y, porque son bulliciosos,
entre sus cantos ligeros,
al alba dijeron todo,
ni imprudentes ni discretos.

Y el alba oyó que la gente
de las villas y los pueblos
estos ingratos desdenes
cantaban junto al riachuelo.

Que tal cantaron las mozas
y a los mozos lo dijeron,
si, peritos en rumores,
lo sabe ya todo el pueblo.

2013 © José Ramón Muñiz Álvarez
"Poemas para Mael y Jimena"

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