“Mentir supo la mañana”
Romance
Mentir supo la mañana,
con sus colores bermejos,
un alba llena de hechizo,
mezclando vigilia y sueño.
Y así lo supo, dichoso,
el valiente caballero,
despertando, entre suspiros,
en el silencio del lecho.
Porque las aves vio bellas
en la altura de los cielos,
con las brisas enredando
y jugando con los vientos.
Pero, al cabo, porque siempre
tristes son los pensamientos,
tornó la tristeza amarga
a oprimir su débil pecho.
Y es que la amada mostraba
su desdén con tal empeño
que ya ni el abril temprano
le dejaba algún consuelo.
Que viene abril con bullicio,
y, entre lo alegre y ligero,
da pie al amor encendido,
si es que viene el tiempo bueno.
Su tristeza supo el aire,
su aflicción le dijo al viento,
y la brisa, que es sensata,
se lo contó a los vencejos.
Y estos con su algarabía,
corriendo los altos cielos,
lo pregonaron al bosque
en los hayedos más densos.
Las golondrinas lo hablaron,
al ruiseñor lo dijeron,
y al ruiseñor, como siempre,
escucharon los jilgueros.
Y, porque son bulliciosos,
entre sus cantos ligeros,
al alba dijeron todo,
ni imprudentes ni discretos.
Y el alba oyó que la gente
de las villas y los pueblos
estos ingratos desdenes
cantaban junto al riachuelo.
Que tal cantaron las mozas
y a los mozos lo dijeron,
si, peritos en rumores,
lo sabe ya todo el pueblo.
2013 © José Ramón Muñiz Álvarez
"Poemas para Mael y Jimena"
José Ramón Muñiz Álvarez nació en la villa de Gijón y sigue residiendo en Candás (concejo de Carreño). Su infancia transcurre de manera idílica en dicho puerto, donde pasa su juventud hasta el término de sus estudios. Licenciado en Filología Hispánica y especialista en asturiano, vive a caballo entre Asturias y Castilla León, comunidad en la que es profesor de Lengua Castellana y Literatura. Su afán por las letras y las artes lo ha llevado al cultivo de la poesía.
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