ESTAS
CLARAS PRIMAVERAS
Estas
claras primaveras
que
pasaron me han vencido,
y,
viéndome ya rendido,
lloraba
por las riberas.
Pasó
el verano y, sinceras,
las
luces del sol mostraron
que
los amores domaron
con
sus caprichos y antojos.
Y
los ánimos más flojos
en
mostrarse no tardaron.
Y
qué pronto arrebataron
los
perfumes amorosos
esos
ánimos gozosos
que
primero me inspiraron.
Parece
que me atacaron
con
su furia y sus azares,
que,
a la orilla de los mares
son
las espumas conscientes
de
los dolores mordientes
en
horas crepusculares:
doblegado
en los altares,
el
amor que me atormenta,
el
nuevo otoño alimenta
las
pasiones y pesares,
porque
gustan los azares
de
causar mayor mancilla.
el
llanto en esta orilla
donde
miro mar y cielo,
y,
sintiéndome ya hielo,
siento
que, acaso, me humilla.
Pues
parece maravilla
que
el amor así se enrede,
y,
como es mal que no cede,
su
solución no es sencilla.
Sabe
abrochar bien la hebilla,
y
dañino se aprovecha,
porque,
lanzando la flecha,
hiere
con fuerza más cruel.
Es
atrevido corcel
que
raudo y violento acecha.
2012 © José
Ramón Muñiz Álvarez
“Canciones de
un trovador”
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario