NO
ME HARÉ YO UN GRAN FAVOR
No
me haré yo un gran favor
si
me muestro numantino,
pues
errado me adivino
en
un valle de dolor.
Y
advierto que lo mejor
es
dejar las opiniones,
pues
estas raras pasiones
las
conoce el que las siente.
Que
no hay que ser inocente,
que
todo son ilusiones.
Son
engaños y emociones
lo
que Cupido me ofrece,
pero
es fuerza que amanece
en
el pecho y sus razones,
si
deparan mil traiciones,
he
de sufrirlas dichoso.
Imprudente
y caprichoso
he
de decir que me veo,
que
el anhelo del deseo
me
muestra tan receloso.
Si
al ver el amor hermoso
toda
la vida se arroja
al
placer que se le antoja,
aunque
hiera doloroso.
Cuánto
más vale el reposo
de
la retirada vida,
que
eso es perder la partida
por
la pasión peligrosa…
Mas
sueña el alma gozosa
estando
más abatida.
Pues
esa ilusión sentida
ha
de pasarme factura.
Empeño
es de la locura
esa
pasión encendida,
cuando
el alma consumida
quiere
acaso su final.
Si
es la causa de mi mal,
ese
es el mal que yo quiero,
que
un sufrimiento sincero
es
un placer infernal.
2012 © José
Ramón Muñiz Álvarez
“Canciones de
un trovador”
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario