viernes, 7 de diciembre de 2012

Su aliento dejaron



SU ALIENTO DEJARON

Su aliento dejaron
las brisas tempranas,
en prados dormidos,
cubiertos de escarcha,
y el fresco del día
la vega miraba,
la altura en las cumbres,
las nieves calladas.

Las gentes del pueblo,
al ver que ya el alba
quebró los cristales
de las madrugadas,
corrieron cortinas,
abrieron ventanas
y el aire y las luces
llenaron sus casas.

Partieron las mozas
a la fuente clara,
siempre cristalina
y de puras aguas
donde siempre suelen
mirar la alborada,
si cabe el reflejo
de sus llamaradas.

Partieron los mozos,
pues cada mañana
se van a los huertos
y a hacer la labranza,
que es duro trabajo,
y, al hombro la azada,
haciendo camino,
sus pasos avanzan.

Y el trigo que muele
al compás del agua
el vil molinero,
entre harina blanca,
se pesa y se vende,
se lleva y se paga,
para, con paciencia,
preparar la masa.

2012 © José Ramón Muñiz Álvarez
“Canciones de un trovador”
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

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