domingo, 1 de septiembre de 2013

Siguió a la noche otro día

Siguió a la noche otro día

        Siguió a la noche otro día
cuando las frescas mañanas
romper en la senda fría
quisieron duras escarchas.
        Porque la noche sombría
entablaba sus batallas
con la luz del nuevo día
si a los cielos asomaba.
        Siguió a la noche otro día
cuando, al despertar el alba,
romper en la senda fría
quiso entre fuertes heladas.
        Porque la noche sombría
sus batallas entablaba
con la luz del nuevo día
que desde el cielo miraba.
        Siguió a la noche otro día
cuando el alba despertaba,
rompiendo en la senda fría
los hielos que allí quedaban.
        Porque la noche sombría
hizo la guerra endiablada
contra la luz, cuando el día
el horizonte alcanzaba.
        Siguió a la noche otro día
cuando las horas tempranas
romper en la senda fría
quieren la nieve cuajada.
        Porque la noche sombría
la guerra siempre declara
a la luz del nuevo día,
si es que ve llegar el alba.
        Siguió a la noche otro día
pasada la madrugada,
cuando en la senda más fría
se deshizo la nevada.
        Porque la noche sombría,
a la guerra convocada,
con las luces combatía
cuando nacían sus llamas.

                                                       
2013 © José Ramón Muñiz Álvarez
"Poemas para Mael y Jimena"

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