domingo, 22 de septiembre de 2013

No pudo sentir cansancio


 “NO PUDO SENTIR CANSANCIO

         No pudo sentir cansancio
al adentrarse en el reino
de las densas hojarascas
y los verdes del helecho,
         peregrino como viene,
que, aunque perdido el aliento,
si en la avanzada respira,
siente más peso en el pecho,
         que en estas lejanas tierras
no canta distinto el viento
cuando las baladas canta
de tan extraños sucesos;
         sucesos que siempre escucha,
porque tejen cancioneros
que sabrá cantar en plazas
con acento pregonero.
         Miradlo, cómo se acerca,
y siendo extraño su aspecto,
de las gentes es temido,
mas no le brindan respeto,
         que la limosna le arrojan,
dedicándole el más gesto
que le paga las canciones
que canta ante todo el pueblo,
         si bien otros lo defienden,
pues siempre se hace festejo
cuando con sus cantos viene
trayendo entretenimiento,
         porque, si es dura la vida,
con sus cantos, siempre nuevos,
alegra a las mozas bellas
y da solaz a los viejos.
         Y, pues es digna persona,
su voz canta un romancero
de amores y nombradías,
de traiciones de y de celos.
         Igual que los trovadores
que el amor cortés tejieron
en el lienzo más hermoso
de los más tupidos versos,
         él sabe tejer su canto
y contar viejos sucesos
de damas que amores piden
a valientes caballeros.
         Y sabe contar las luchas
que tuvieron los ancestros
con sarracenos traidores
y malvados agarenos;
         agarenos que lucharon
por robarle los terrenos
a los godos, si los godos
en el combate perdieron.
         Y, pues sabe mil leyendas,
de su cantar aprendieron
el valor los corajudos,
la prudencia los discretos,
         la buena fe los que saben
que hay moraleja en sus cuentos
y en sus cantos siempre existen

los placeres y el provecho.

2013 © José Ramón Muñiz Álvarez
"Poemas para Mael y Jimena"

No hay comentarios:

Publicar un comentario