José
Ramón Muñiz
LA
SIERRA CUANDO LLEGA LA
INVERNADA
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Es Gredos, cuando llega la invernada,
lugar para lamentos y tristezas que quieren los momentos de la nieve.
El viento corre rápido en las cumbres, gimiendo con sus tristes
alaridos, fantasma solitario en las alturas. Diciembre ve morir el
bosque bello que queda al pie del monte y, moribundo, regala al
lugareño cada fruto. Después, enero llega con tristezas, con
nieves, con heladas y amarguras que encienden la hermosura del
invierno.
Es Gredos una zona de labriegos, de
gente dedicada al pastoreo, de sendas para cabras en los montes. La
lluvia da la vida a aquellos pastos, que dan a los ganados el forraje
que debe ofrecer siempre la majada. Las cuevas de la sierra y sus
leyendas llenaban los momentos más ociosos de quienes descansaban
del trabajo. Y el premio a sus esfuerzos no era grande si el lobo, en
las durezas del invierno, llegaba del cordal, con sus aullidos.
El Tiétar se alimenta de los ríos
que saltan con apuro y se remansan, buscando nuevos cauces y caminos.
Son bellas sus orillas, siempre verdes, si no es en el verano
caluroso, que niega el verde a todos los paisajes. Los árboles acaso
son hermosos, si acaso en el otoño, cuando toman colores tan
variados como vivos: hermosos son los ocres, los rojizos, el pardo
amarillento que se enseña, callado en la hojarasca de la zona.
Arenas de San Pedro mira el monte,
las cumbres orgullosas y violentas que se alzan contra el cielo azul
y claro. Arenas de San Pedro ve el relieve que lucha por alzarse con
bravura que calla ante las nieves perezosas. Y es bello el Arenal,
bella la espuma que sabe que el cachuelo temeroso se esconde de las
garzas peligrosas. No falta, pues, la vida, porque es vida, tal vez,
ese misterio que se esconde donde sus aguas se hacen más profundas.
La vida en la comarca es más
difícil, y nunca el campesino halla descanso, luchando con tesón
por la comida. No es fácil, en las zonas alejadas, hallar ese
sustento necesario que da la vida al pobre que se esmera. ¡Son
tantos los trabajos para el hombre que sufre cuando llegan la
pobreza, el mal, el desaliento, las penurias…! Mas hay amor, y el
vínculo a la tierra brindó su fortaleza a los valientes, que premio
han de tener tantos azares.
2014 ©
José Ramón Muñiz Álvarez
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