“MIRAR POR LA VENTANA Y VER
LOS MONTES”
Imágenes que
llegan cada día,
tejiendo esa
metáfora que
explica
las leyes
que dan forma
al Universo.
(Poema prosístico)
por José Ramón Muñiz
Álvarez
Mirar por la ventana y ver los montes que asoman, a lo lejos, tras
el cabo, detrás del mar azul, de extraños brillos, a veces con los verdes más
intensos; buscar en las alturas una nube cansada por la altura que despierta y
hallar lejos la nube que camina segura a su destino indescifrable; fijarse en
las gaviotas, que se alegran con esos alborotos repentinos que dan luego en
súbito silencio, en esa calma que quiere respetar a los que duermen; saber que
el pescador contempla el alba, que mira desde el mar la luz del alba, que ve
nacer los brillos donde el alba bosteza con amargo desaliento; decir que en el
invierno es todo triste y hablar de la tristeza del invierno con el primer café
de la mañana, que sabe tan amargo como el aire; sentir el canto alegre del
granizo, si quieren los granizos derramarse por el asfalto gris y los caminos
que llevan a la paz de las aldeas; vivir con la sospecha de la muerte y amar
esos colores encendidos que dicen de la vida y de la muerte, si es tiempo de
crepúsculos y auroras; hablar, reflexionar sobre el destino que aguarda a los
que viven y sentirse dichoso de la vida, pues la vida también nos puede dar
buenos momentos; saltar, gemir, sentir, buscar el aire, quererlo respirar,
hacerlo nuestro, que es parte de nosotros si tomamos las grandes bocanadas que
hacen falta; también perder la vista en lo lejano, quejarse, lamentarse,
estremecerse, vivir en soledad y sin la angustia que hiere la pureza del
espíritu; poder hallar la calma, escribir versos, contar esas auroras a los
otros con tonos de filósofo de antaño que dijo la verdad en sus sentencias, y
amar ese paisaje, pues la tierra no es un rincón cualquiera, porque el alma la
siente como suya en sus adentros…
2014 © José Ramón Muñiz Álvarez
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