“EL
CANTO DE LAS VIEJAS ARBOLEDAS”
por
José Ramón Muñiz Álvarez
Un
escrito para Mael Muñiz Vega
y
Jimena Muñiz
Fernández
Existen
sentimientos que despiertan el alma en lo profundo, volviendo a
revivir lo más lejano. Tal vez es el amor de dos abuelas, la lucha
de los padres por los suyos, las tardes aburridas de colegio. Me
quedan de ese tiempo mil heridas, también mil ilusiones, mil regalos
que habré de agradecer a mi destino.
Y
puedo revivir en arboledas momentos del pasado, esos momentos que
encienden una magia muy concreta. Sabed que la nostalgia está en
nosotros, prendida en lo más hondo de nosotros, que llena el
interior de nuestra mente. Y todo el sotobosque y la maleza que vive
entre los árboles más altos esconde esa belleza que se pierde.
Yo
quiero confesaros impresiones que nacen cuando escucho el son del
viento que canta nuestras vidas al oído. Mil veces yo bebí de
aquella fuente, y hallé la brisa fresca en ese claro, y amé las
aguas mágicas del río (quizás he dicho río y es arroyo, mas poco
importará, pues para un niño las aguas de los ríos tienen algo. Y
es algo intelectual lo que se oculta en esas aguas casi transparentes
que pueden decir tanto de nosotros).
De
pronto, entre quimeras y embelecos, descubro que hay un algo de
poesía filtrado en mi interior, no cabe duda. Y no es escribir
versos lo que quiero: aspiro a retratar las impresiones que nacen y
que mueren en mi espíritu.
Será
que ya soy viejo, que los días de fuego y de vigor se fueron yendo,
que queda un solitario melancólico. Los tiempos de la infancia los
conocen los viejos eucaliptos de la zona, los robles y castaños de
los montes. Y saben que fui frágil, siendo niño, que acaso pude ser
un árbol recio tan solo en apariencia, al ser más grande. Los
árboles dictaron, con su ejemplo, las ganas de vivir, de hacerme
fuerte, de hallar el cielo nunca despejado. Y acaso las tormentas de
la vida forjaron la armadura más pesada.
A
veces se me ocurre que soy solo la voz de un melancólico que gime
por un tiempo perdido en lo lejano.
2014
© José Ramón Muñiz Álvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario