Para María Dolores Menéndez López
Soneto XLI
Será el recuerdo bello de tus manos
Como un cristal vencido y tembloroso,
Tu voz como un bostezo perezoso,
Tus ojos como un sol, y más lozanos.
Las nieves cubrirán montes y llanos
Cuando el invierno llegue, silencioso,
Y copie tu cabello luminoso
Con tus pinceles suaves y tempranos.
Después se deshará, con el deshielo,
El fuego que bordó, con alegría,
La nieve que hizo blancos los follajes.
Será, al llegar el alba, blanco el
cielo
Y escarcha de la aurora, si es que, fría,
Madruga, estrella azul, en sus paisajes.
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