sábado, 7 de febrero de 2015

Soneto


Para María Dolores Menéndez López

Soneto XIII

       El sol buscó un crepúsculo callado
Detrás de las montañas y cordales,
Las luces, las estrellas celestiales
Que al orto dan, desde su principado.
       El oro fue en los mares reflejado
Y el vuelo alzaste, yendo a los cristales
Del alba, cuyos brillos celestiales
Ardieron en un cielo despejado.
       El árbol deshojado de tu risa
Las noches desnudaron sin apuro,
Las horas, las auroras y la brisa.
       Desnuda pudo verte el aire puro,
Errante voladora tu sonrisa
Donde cayó, a la noche, un sol oscuro.

2005 © José Ramón Muñiz Álvarez
“Los arqueros del alba”

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