Soneto III
Será nieve la espuma que se crece
En un templo de furia, será
hechizo,
Rumor será y un beso de
granizo
Si no es silencio al fin,
donde amanece.
Será la timidez, cuando se mece
Callado entre los cielos e
invernizo,
Un sol que, sobre mares, se
deshizo,
Si no es la tarde débil que
perece.
Será tal vez el mar que, generoso,
Sus extensiones muestra y
su belleza,
Eterno como el cielo y
quejumbroso.
Será el verso que, dicho con firmeza
El aire cortará cuando,
alevoso,
Pronuncie un pensamiento de
tristeza.
2008 © José Ramón Muñiz Álvarez: los lanceros del ocaso”
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